Gracias Super Héroes


Los países del mundo viven una cuarentena obligada, el cierre de aeropuertos, el cese de las actividades cotidianas, el contagio en forma acelerada del COVID 19, un virus que no ha dado tregua a los investigadores y médicos de todo el planeta en pro de lograr una vacuna o el tratamiento idóneo para controlarlo.
Los pueblos han seguido en ralentí el día a día, con la esperanza de que terminen pronto estos momentos, nunca antes pensado o imaginados por el mundo moderno. Mientras tanto una parte de la sociedad ha debido continuar con sus tareas u obligaciones, exponiéndoles de manera directa al posible contagio de tan mortal virus; médicos, investigadores, policías, bomberos, vigilantes, negocios de carga y transporte, abastos y mercados, en fin, una parte importante de la sociedad. Para todos ellos el aplauso incesante de las comunidades a quienes asisten. 
Sin desmeritar en un solo milímetro la importancia de todas estas personas que de alguna u otra manera hacen posible que el mundo como lo conocemos hoy día, siga funcionando, cabe destacar el trabajo silencioso del hombre del campo, aquel que temporada tras temporada, trabaja la tierra y hace posible la producción de alimentos, bien sean de origen vegetal o animal, a esos hombres bien vale la pena sumarles a lista de los héroes pero incluso iría mas allá, el de super héroes y ¿por qué? Porque sin alimentos el mundo entero no podría ser, quizás sea por el simple hecho de considerar la alimentación como algo fundamental del ser humano, la gran mayoría no nos damos cuenta de todo el trabajo, tiempo, capital y riesgo que está implícito en cada paquete de harina, papas, legumbres, carne o pescado que compramos en el super mercado.

En el caso del campo venezolano, la magnitud de la tragedia que vive el mundo se extrapola a niveles nunca pensados, pues aparte de la reciente y lógica limitación de movilidad producto del confinamiento por el COVID 19, el agricultor y ganadero se encuentra con la premisa continuada desde hace varios años, de no estar en un estado de derecho, la ausencia de los insumos y semillas necesarias para la producción agropecuaria, así como el progresivo deterioro de la maquinaria e implementos agrícolas y la inseguridad en el campo que sigue siendo una amenaza. A todo esto, se le suma la escasez de combustible.
A escasos días del inicio de la temporada de lluvias la incertidumbre es grande y lo mas probable es que se pierda la temporada, en el mejor de los casos, logrando conseguir algunos insumos, y por la tozudez de estos super héroes, seguramente la producción de alimentos no llegará a producir el 20% de la producción total, tomando como referencia al año 2010.
En otras palabras, el virus que le ha caído a Venezuela es mas mortífero que cualquier otro, su factor multiplicador en negativo, no tiene comparación en el mundo. Aferrarse al mando sin tener el control del país es la peor tragedia de una nación. Hay que permitir la transición para tratar de acomodar el país y restituirlo a la cotidianidad del trabajo, de la vida en una sociedad sin prejuicios de raza o de status social, es luchar por el desarrollo de la nación, basado en valores de respeto, de una buena educación, alimentación y salud, con el firme propósito de enrumbar al país a nunca mas permitir que los hijos en forma masiva busquen de emigrar en busca de mejores condiciones.
El compromiso de quienes asuman en su momento el mando de un país como Venezuela, deben deslastrarse de los compromisos particulares internos y externos, implementar y desarrollar un modelo de trabajo, basado en la transparencia, en los valores constitucionales verdaderos, estableciendo las normativas legales así como los diferentes parámetros a seguir, evitando caer nuevamente en la participación de las decisiones de las cadenas productivas, pues una cosa es establecer las líneas y políticas a seguir como nación y otra la injerencia directa. Son los aspectos macro y micro económicos, los que darán el impulso a los inversores y trabajadores a tomar las riendas del aparato productivo, pues el estado tiene muchas tareas con la sociedad en temas como la educación, salud, orden jurídico y de seguridad.
Algo si debe quedar muy claro, la importancia de la producción agropecuaria nacional. Dentro de este mundo cambiante, donde incluso los promotores de la libre competencia como el caso de los Estados Unidos, se han permitido bajo la presidencia de Donald Trump de alertar sobre acuerdos que no han sido beneficiosos para ellos, solo basta citar el tratado de libre de comercio con Canadá y México o la resiente crisis comercial con China. ¿Dónde quedó el modelo de producción a bajo costo en el gigante oriental, aupado por las grandes transnacionales en el pasado reciente?
Al párrafo anterior debemos agregarle las contingencias mundiales, como la que ha sufrido el mundo entero producto de un virus que se ha desarrollado sin una cura inmediata y que puso al mundo en Jaque Mate, en otras palabras, hay que estar prevenidos con la reserva estratégica de alimentos, algo que por cierto, no es nada nuevo y que está contemplado en los estrategias de los estados, pero hasta ahora ha sido teoría, hay que empezar a ponerla en práctica, pues en casos como los que vivimos, los países productores de alimentos, empiezan a restringir sus exportaciones previendo el abastecimiento interno. En otras palabras, desarrollar la agricultura basado en la canasta básica y en las ventajas competitivas e incluso porque no, comparativas es un tema a ejecutar.

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