La despensa debe estar cerca de la cocina. Esta frase es de Pepe Mujica, ex presidente de la república del Uruguay.
Después de las guerras de independencia y federal, Venezuela nunca estuvo sometida a una situación de desabastecimiento de alimentos como en la actualidad (período de 2014 a 2017), que coincide con la caída de los precios del petróleo. Es muy clara la dependencia del petróleo. Entonces, cabe la pregunta: que pasó con todos esos estudios, con las inversiones del campo? El país llegó a un grado de desabastecimiento nunca visto.
En la década de los años 90, el precio del petróleo fluctuó hacia la baja con un pico histórico en 1999, a pesar de ello nunca hubo problemas de dotación de alimentos nacionales o importados. Con el advenimiento de un nuevo gobierno, ese mismo año 1999 y con la promulgación de la nueva constitución nacional, el país agrícola comenzó un nuevo periplo amparado en un discurso de confianza que llamaba a la siembra del país, el cual fue acatado por el sector agropecuario.
A partir del año 2000, se incentiva la producción en el país, se invierte en la modernización de la maquinaria agrícola, se incrementa la producción de cereales y oleaginosas, azúcar, hortalizas de tallo y hojas, musáceas, etc., las industrias de alimentos mejoran procesos e invierten en tecnologías sin embargo a partir del año 2007, empieza un acoso a las propietarios de tierras, inician las expropiaciones y el cambio de modelo económico, social y político, que marcará la gran diferencia años mas tarde y que responderá la pregunta, de porque el país llegó a un grado de desabastecimiento como nunca visto.
El ejecutivo nacional, amparado en resoluciones expropiatorias, se apoderó administrativamente de tierras productivas, de empresas procesadoras de alimentos y bebidas, de cadenas de supermercados, de empresas fabricantes y suplidoras de insumos para la producción agrícola, "pretendiendo producir con fines sociales" sin embargo el deterioro de la gran mayoría de las fincas y empresas, terminó por afectar la producción de alimentos en el país.
El breve lapso de tranquilidad para el ciudadano común, entre las expropiaciones y la crisis real fue cubierto con importaciones masivas de alimentos, que manejaron unos pocos a discreción y cuyos sobre costos han sido relatados por periodistas de investigación, que dieron como resultado alimentos descompuestos por mal manejo, muchos de ellos con fechas de caducidad cortos, que les permitió a sus compradores, mayores márgenes de ganancias. Estas denuncias en la compra de comida solamente pudieron ser cubiertos con un precio petrolero muy alto, a partir de 2014, con la caída del precio petrolero y la restricción total de divisas para las importaciones, se da continuidad a una crisis que venia formándose desde el mismo momento en que se procedió a afectar a la propiedad privada.
La recuperación de la confianza del sector productor debe ser un factor importante para los actores politicos, así como la urgente toma de medidas en lo económico y politico, para recuperar el aparato productivo en todos los eslabones de la cadena.
Los ciclos biológicos son exactos, deben ejecutarse dentro de los márgenes permitidos en cada sub sector, las producciones no se decretan, debe prepararse la tierra, contar con los insumos adecuados y necesarios en el momento justo, pues de lo contrario estaremos trabajando sobre falsas expectativas.
Hoy día, los venezolanos luchan por un plato de comida, que lejos están de la bonanza de otros años, esto debe servir de aprendizaje y reflexión, el modelo implantado no funciona. En un cambio de modelo y corrección de errores, debe asumirse el compromiso de producir en el país los rubros básicos, apoyándose en una industria de alimentos moderna y comprometida con el desarrollo integral, considerando el establecimiento de las reservas estratégicas de alimentos.
Como nación debemos estar preparados, actuar en pro del rescate del sector agroproductivo, como la base de desarrollo del país y como la base de la verdadera soberanía alimentaria.
Venezuela debe afrontar el compromiso de producir sus alimentos y garantizar que la despensa esté cerca e la cocina!!!
Este comentario lo hizo Pepe Mujica como respuesta a la pregunta de la periodista Carmen Aristegui, el martes 12 de octubre de 2016, sobre la situación de Venezuela, dijo textualmente: "Venezuela es hija de su historia, no ha podido resolver la gigantesca dependencia del petróleo, abandonó hace muchos años la agricultura y cometió ese error histórico..."
Por años he sido un duro crítico de la necesidad de producir los alimentos y fibras que requiere el país. Venezuela no tiene las condiciones idóneas del cinturón de maíz de Iowa, Indiana, Illinois o del valle imperial de California en los Estados Unidos o de las ricas pampas Argentinas, donde predominan los suelos fértiles y mas de 14 horas luz en los períodos de siembra, sin embargo predominan las sabanas, fáciles de trabajar y agua abundante para regar.
Son muchos los estudios y trabajos publicados, que han hecho referencia al tema de la dependencia petrolera y sobre el agro en Venezuela, en resumen son innumerables los esfuerzos por convertirnos en un país agrícola, sin embargo, las inconsistencias en las políticas macro y micro económicas han truncado esas iniciativas, derivadas en su mayoría de la bonanza petrolera.
Después de las guerras de independencia y federal, Venezuela nunca estuvo sometida a una situación de desabastecimiento de alimentos como en la actualidad (período de 2014 a 2017), que coincide con la caída de los precios del petróleo. Es muy clara la dependencia del petróleo. Entonces, cabe la pregunta: que pasó con todos esos estudios, con las inversiones del campo? El país llegó a un grado de desabastecimiento nunca visto.
En la década de los años 90, el precio del petróleo fluctuó hacia la baja con un pico histórico en 1999, a pesar de ello nunca hubo problemas de dotación de alimentos nacionales o importados. Con el advenimiento de un nuevo gobierno, ese mismo año 1999 y con la promulgación de la nueva constitución nacional, el país agrícola comenzó un nuevo periplo amparado en un discurso de confianza que llamaba a la siembra del país, el cual fue acatado por el sector agropecuario.
A partir del año 2000, se incentiva la producción en el país, se invierte en la modernización de la maquinaria agrícola, se incrementa la producción de cereales y oleaginosas, azúcar, hortalizas de tallo y hojas, musáceas, etc., las industrias de alimentos mejoran procesos e invierten en tecnologías sin embargo a partir del año 2007, empieza un acoso a las propietarios de tierras, inician las expropiaciones y el cambio de modelo económico, social y político, que marcará la gran diferencia años mas tarde y que responderá la pregunta, de porque el país llegó a un grado de desabastecimiento como nunca visto.
El ejecutivo nacional, amparado en resoluciones expropiatorias, se apoderó administrativamente de tierras productivas, de empresas procesadoras de alimentos y bebidas, de cadenas de supermercados, de empresas fabricantes y suplidoras de insumos para la producción agrícola, "pretendiendo producir con fines sociales" sin embargo el deterioro de la gran mayoría de las fincas y empresas, terminó por afectar la producción de alimentos en el país.
El breve lapso de tranquilidad para el ciudadano común, entre las expropiaciones y la crisis real fue cubierto con importaciones masivas de alimentos, que manejaron unos pocos a discreción y cuyos sobre costos han sido relatados por periodistas de investigación, que dieron como resultado alimentos descompuestos por mal manejo, muchos de ellos con fechas de caducidad cortos, que les permitió a sus compradores, mayores márgenes de ganancias. Estas denuncias en la compra de comida solamente pudieron ser cubiertos con un precio petrolero muy alto, a partir de 2014, con la caída del precio petrolero y la restricción total de divisas para las importaciones, se da continuidad a una crisis que venia formándose desde el mismo momento en que se procedió a afectar a la propiedad privada.
La recuperación de la confianza del sector productor debe ser un factor importante para los actores politicos, así como la urgente toma de medidas en lo económico y politico, para recuperar el aparato productivo en todos los eslabones de la cadena.
Los ciclos biológicos son exactos, deben ejecutarse dentro de los márgenes permitidos en cada sub sector, las producciones no se decretan, debe prepararse la tierra, contar con los insumos adecuados y necesarios en el momento justo, pues de lo contrario estaremos trabajando sobre falsas expectativas.
Hoy día, los venezolanos luchan por un plato de comida, que lejos están de la bonanza de otros años, esto debe servir de aprendizaje y reflexión, el modelo implantado no funciona. En un cambio de modelo y corrección de errores, debe asumirse el compromiso de producir en el país los rubros básicos, apoyándose en una industria de alimentos moderna y comprometida con el desarrollo integral, considerando el establecimiento de las reservas estratégicas de alimentos.
Como nación debemos estar preparados, actuar en pro del rescate del sector agroproductivo, como la base de desarrollo del país y como la base de la verdadera soberanía alimentaria.
Venezuela debe afrontar el compromiso de producir sus alimentos y garantizar que la despensa esté cerca e la cocina!!!
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